Diseñando el reino donde transcurrirá la partida
En eso ando estos días. Bueno, en eso y enfrascado en el sistema de magia y demás para la nueva ambientación. La verdad, tiene más tela de lo que pensaba, pero la verdad es que tampoco tiene por qué estar todo tan definido. Quiero decir, ¿de verdad quiero definir todo un reino para darle verosimilitud en la partida? La verdad, no.
¿Y qué hago entonces? Pues un poco lo que vengo ya comentando en anteriores entradas. Quizás con definir un poco el tono general y algunos pueblos, una gran ciudad y ya sea suficiente por el momento. Total, ¿qué superficie ocupará dicho reino? Pues no quiero que sea especialmente grande, pero lo suficiente como para tener cierta importancia en el mundo. Quizás ya no sea tanto un problema de extensión como de poder o influencia. Independientemente de eso, sigo sin considerar necesario definir todo lo que puede tener cabida en él.
Así pues, creo que empezaré a meterme un poco en el tema en la gran ciudad. Lo mismo es empezar la casa por el tejado, pero pretendo que el grueso de las primeras partidas se desarrollen en una, así que no me queda otra. Tampoco creo que sea una locura. Es decir, puedo dejar también muchas cosas sin definir y describir algunos lugares importantes, quizás algunos lugares de ocio, descanso y tiendas. Algún que otro personaje no jugador que pudiera resultar necesario para una futura historia. Lo típico, vamos.
Otras cosas que he estado ponderando es meter alguna religión y lugares de culto de relativa importancia en el juego. A ver, querría evitar a toda costa hacer una copia de la Inquisición, pero no puedo evitar que la idea me atraiga. Lo más probable es que pueda dividirla sin muchos problemas en varias facciones que pugnan por el rumbo a tomar por la fe. No es mala idea, ¿verdad? Es un punto de interés que podría ayudarme mucho a la hora de formar historias interesantes en ese lugar. ¿Quién sabe? Más intrigas, conspiraciones, cosas que den juego.
Las intrigas palaciegas también estarían genial, pero tampoco quiero meter a los personajes en esos fregados desde el minuto uno. Definir a los señores del posible castillo debería ser suficiente, aunque fueran vagas descripciones. De todos modos, dudo que los personajes vayan a cruzarse con ellos en los primeros compases de juego. Quizás sí tener mejor definido los bajos fondos, porque es mucho más probable que tengan contacto con algunos miembros tarde o temprano, aunque sean meros ladronzuelos.
No quiero tampoco hacer una trama demasiado típica, y por supuesto que quiero evitar por encima de todo ese tipo de historias aburridas y que ya se han contado miles de veces. Total, que sea un juego destinado a partidas cortas no tiene por qué significar que la historia no tenga «chicha». Que por cierto, para ello necesitaré crear personajes tridimensionales y no cualquier fulano sin nada que aportar que pasara por allí. A ver, no es que todos vayan a tener una historia desarrollada, también necesito los típicos esbirros prescindibles, pero tampoco opino que absolutamente todos los personajes tengan que tener historias sorprendentes con giros dramáticos en el último momento. Con tener una historia verosimil o interesante me vale de sobra. Ya habrá tiempo para los giros de trama en el futuro.
No sé, creo que me dejo mil cosas por el camino, pero ahora mismo mis esfuerzos se están centrando en esto. Sería magnífico si vosotros me ayudárais con algunas ideas molonas o contribuyendo con algún recurso que conozca como algún generador de mapas o incluso algunos puntos claves de los que no haya hablado. Seguiré hablando sobre esto más adelante. Hasta entonces…
Un saludo y un abrazo.
1 respuesta
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