Disfrutar de las jornadas Ludo Ergo Sum como un niño
Pues sí, estuve allí y me lo pasé como un enano. El pasado fin de semana fueron las jornadas Ludo Ergo Sum 2016, celebradas como no podría ser de otra forma en Alcorcón, Madrid. La verdad, iba con un poco de miedo a estas jornadas después de varios años sin pisar ningún evento de este tipo. Pronto se despejarían mis miedos.
Y es que no es para menos. Ya con cierta trayectoria en Distrito Digital, y habiendo pasado tantos años sin relacionarme más que con un puñado de roleros en persona, el hecho de ir a las jornadas me provocaban una mezcla entre esa ilusión de niño pequeño y cierto temor a no encajar y acabar por pirarme de allí ya aburrido y sin hacer nada. Conociendo mis maravillosas dotes sociales, era un temor muy real.
Siendo esto así, y dado que mi trabajo me suele dejar agotado, decidí pasarme sólo el sábado. Os recuerdo que las jornadas se celebraron el pasado fin de semana desde el viernes. El primer día estaba totalmente descartado, tenía que trabajar; y siendo el domingo mi día de descanso total y absoluto, pues la elección era obvia a estas alturas. Me levanté, preparé y marché a las jornadas. En un principio pensaba pasarme con unos amigos, pero (casualidades del destino), los dos se pusieron malos. Pues nada, hacia allá me dirijo yo solo pensando en la que se me podría venir encima.
Al llegar a Alcorcón me perdí, y estuve un buen rato buscando la puerta de entrada (sí, es que yo soy así). Cuando entro, el pabellón atestado de me recibió con una intensa ola de calor que casi me tira de espaldas. Joder, menos mal que mis genes andaluces me hacían resistente al calufazo, porque eso podría haber acabado fatal. Me dí el paseo de rigor mirando el mercadillo solidario y las tiendas, especialmente a Mario de Atlántica (un clásico encontrármelo en cualquier evento al que vaya en su stand).
Sin nada mejor que hacer y con las partidas ya empezadas o terminando, saludo a algunos compañeros de antiguo hobby como Ezkardan y voy ya camino a la puerta cuando me llaman de una mesa cercana. Un grupo de gente, que necesitaban un jugador más para el Mafia de Cuba. Eché un par de partidas con ellos (el juego es realmente entretenido y bastante simple) y nos despedimos para ir a comer.
Tras un pequeño problema que resolví en el Telepizza, decido volver ya con el estómago lleno con la firme convicción de apuntarme a una partida. Como tenía en mi lista también conseguir a toda costa el juego de Devious, pues me paso por el stand de Holocubierta y me lo llevo junto a una copia de First Contact: XCorps. Me dicen allí que la autora de Devious, Lucía, estaba por allí firmando, así que la busco y me dedica un dibujo precioso de un dragón en el interior. La verdad, uno en una firma de libros se espera eso: una firma, quizás una dedicatoria, pero no una dedicatoria y un dibujo tan molón. Esta gente le pone entusiasmo, desde luego. Encantado de la vida, y ya apunto de abandonar la mesa, me preguntan si quiero participar en la partida de Devious que iban a hacer. Pues oye, ¡eso era lo que quería!
La partida fue llevada por el creador del sistema, Vicente, uno de esos pequeños lujos que sólo puedes permitirte en unas jornadas. Y joder, muy bien. La partida amena y divertida, aunque el setting del juego en un principio es muy fantástico, la verdad es que estuvo bien y me divertí. En especial, la conversación con la gente de «la secta» que me encontré en la partida. Al final, le pregunté al director de juego si él llevaba la cuenta de redes sociales de Devious y me atreví a descubrirme como quien llevaba este blog. Gracias a todo esto, pude compartir un rato con Vicente y Lucía, ambos muy agradables. Espero que nos volvamos a ver y poder tomarnos algo juntos.
Ya terminando la tarde, me encontré con Tiberio y con algo de timidez me presenté. Pudimos hablar sobre el tema que traté en las anteriores entradas sobre Ocin y genial, una persona muy accesible y simpática que se nota que controla de lo que habla. Pude ver que estaban cerca de nosotros también Turbiales y Zonk, pero me dió un palo tremendo interrumpirsu charla para saludarles. Me quedo con las ganas, ¿qué le vamos a hacer? De la siguiente no pasa. Ya marchándome, eso sí, me encontré con Justo de Complejo de Master. Ahí sí que se me fue la olla. Fui a saludarle y me dió un Análisis-Parálisis y apenas podía articular palabra. Le comenté que llevaba Distrito Digital y claro, no le sonó (si es que llegó a entenderme, que me costó un montón expresarme). Eso sí, pude despedirme justo antes de decirle que me encantan sus vídeos. Él me dijo que siempre era agradable oir esto y que le gustaba mi camiseta. Eso que me llevo, oye.
En definitiva, me lo pasé genial. Salí muy ilusionado, con ganas de hacer vídeos y acercarme más a la comunidad rolera, que cada vez me va gustando más. Tengo ganas de volver a otras jornadas. ¿Quién sabe? Lo mismo me dejo caer por las Rolea de este año. Sería una alegría.
Un saludo y un abrazo.
Tertulia friki