Interpretar un rol distinto en las partidas

Personaje // Character - Sophie of Quinnux (close-up) por Matthew Hodgson CC-BY-NC

Personaje // Character – Sophie of Quinnux (close-up) por Matthew Hodgson CC-BY-NC

Hay gente que lleva muchas campañas y juegos a sus espaldas, ya sea como director o como jugador, y que sin embargo tiene el gran problema de que sus personajes están constantemente cortados por el mismo patrón. No hablamos, por supuesto, de que los personajes estén dotados de un rasgo distintivo que sea como «la impronta» de ese jugador, sino de aquellos que tienen muchas, demasiadas similitudes los unos con los otros.

Ya hablé hace tiempo sobre ciertos problemas a la hora de dar a luz a cualquier nueva creación en una entrada llamada Evitando estereotipos y clichés en el rol y creo que convendría tenerla en cuenta. Por supuesto, cada cual es muy libre de dirigir y llevar a la mesa de juego lo que a él le apetezca, pero en algunos casos puede resultar contraproducente o aburrido perseguir unos roles muy parecidos siempre.

¿Por qué es una cuestión a evitar? En primer lugar porque es repetitivo, y esto juega en nuestra contra. Los demás jugadores tendrán la impresión de que están interaccionando con el mismo personaje una y otra vez, sin aportarle apenas nada nuevo. Esto juega en nuestra contra cuando ya están tan asentados estos roles que llega el momento en que se hacen predecibles para nuestros compañeros o nuestros jugadores, según nuestro papel en la campaña. ¿Os imagináis que todas las series y películas fueran interpretadas por John McClane o todos los libros tuvieran de personaje protagonista a Bilbo Bolsón?

Ahora al contrario, ¿por qué es bueno variar? Hay multitud de razones válidas para ello. Entre otras cosas, es un aspecto que dota de vida una partida y los personajes son los motores de estos cambios en todos los casos. Aporta, además, nuevas facetas para descubrir de un jugador o director de juego. No podemos olvidar que interpretar personajes nuevos es siempre un reto a tener en cuenta, más aún cuando hablamos de jugadores, cuyos personajes por lo general son los que mejor definidos pueden llegar a estar. Sin entrar a discutir este último hecho, es sin duda un cambio con el que los demás jugadores también se sentirán más agradecidos.

Personaje masculino // Character - Duke Archon por Matthew Hodgson CC-BY-NC

Personaje masculino // Character – Duke Archon por Matthew Hodgson CC-BY-NC

Por supuesto, hay personajes que se pueden reciclar de tanto en tanto, o incluso un homenaje a antiguos personajes. Esto no está mal, pero hay que saber cúando tirar de estos recursos con cierta moderación, como todo. Cuando yo juego como jugador e interpreto un personaje intento darle un toque único y, desde luego, personal. Si la próxima campaña la dirijo yo y sale ese mismo personaje convertido en una especie de reencarnación estilo Deus Ex Machina y en la siguiente campaña toca hacerle pasar como antagonista quizás estaría centrando el mundo en el desarrollo de mi personaje y dejando poco espacio a mis jugadores para que se hagan un hueco en esa historia. Lo dicho: con moderación.

Por otro lado, nunca deja de sorprenderme un hecho bastante patente en una gran mayoría de mesas a las que me siento. Tanto jugadores hombres como mujeres llevan siempre personajes de su mismo género y, además, con su misma sexualidad. Este tema desde luego merece una entrada aparte para ahondar más en él pero, ¿qué es lo que impide que un hombre lleve a una mujer o una mujer a un hombre? Puedo entender que cada cual se sienta más agusto en su propio género y se mueva mejor pero me extraña bastante el hecho de que al jugar a un juego de rol, algo que por definición dispone a los jugadores a interpretar situaciones que no se dan en la vida real, sea tan sumamente raro ver este tipo de cambios. Y claro, este comportamiento lo he visto en grupos veteranos con demasiada frecuencia.

De verdad, da igual realmente el género de tu personaje, pero también sería muy interesante ponerse en la piel de ese otro género a ver qué os parece la experiencia. Yo mismo lo he llevado a cabo en muchas partidas y es una experiencia tanto o más interesante que ceñirte a tu propio género siempre. Imagino que en este aspecto predominará el gusto de cada cual pero una cosa no quita la otra.

En resumen, conviene buscar nuevas ideas siempre que se creen personajes nuevos, más aún si hablamos de los protagonistas de una aventura; y es que los personajes protagonistas tienen tanto peso en una trama que es una auténtica lástima que sean una repetición de sí mismos. Recordad, esto es una partida de rol, no una canción de Jarabe de Palo.

Un saludo y un abrazo.

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6 Respuestas

  1. Eriol dice:

    A mí me pasa lo que comentas con el «alineamiento» de mis personajes. Me explico: siempre he llevado personajes luminosos, dechados de virtudes y bondad. De un tiempo a esta parte, sin embargo, decidí probar con personajes cabroncetes o al menos más grises y la experiencia ha sido muy positiva.

    Sin ir más lejos, en la última crónica de Star Wars que jugué comencé con un pj bastante gris que se acabó corrompiendo hasta el tuétano. Tras su trágico fallecimiento asumí el papel de un NPC más al estilo de lo que siempre he interpretado. Y me costó volver a ese tren de pensamiento más luminoso XD

    Y sobre llevar personajes de distinto sexo, lo hice en sendas crónicas de Warhammer Fantasy y Pathfinder pero considero que, como bien apuntas en la entrada, no me acerqué a la psique femenina. Quizá en otra ocasión.

    • Sesga dice:

      Mil perdones por tardar en contestarte, Eriol.

      El tema de los alineamientos quizás hubiera sido el ejemplo perfecto de a lo que me refería y me alegro que lo saques a la palestra. A mí también me ha pasado, de hecho, yo era de llevar personajes Caóticos Buenos (al principio un poco por el rol de «rebelde» que se nos vende como bandera de ese tipo de personajes), pero también me maravillé cuando cambié de personaje en otra partida distinta y comencé con un mago arrogante y bastante cabroncete Caótico Maligno. Dejarse llevar fue una experiencia increíble para mí.

      Acercarse a la psique femenina en los juegos de rol no es tan sencillo como parece, estoy de acuerdo. Una idea que se me ocurrió hace poco leyendo Eclipse Phase, donde los géneros y la sexualidad es cuanto menos más laxa, es dirigir una partida en la cual los protagonistas, con sus mismos personajes, fueran cambiando de sexo a conveniencia. Esto, dicho sea de paso, es una experiencia mucho más habitual dentro del juego y el sistema se presta a que ocurra con cierta regularidad.

      Un saludo.

      • Eriol dice:

        Mi personaje favorito, el que más he disfrutado interpretando, era un arbitrador de Dark Heresy mezcla de Torrente y mosso d’esquadra. Una bellísima persona, vamos XD

        Lo que comentas del género de los pjs en Eclipse Phase me recuerda al manga/anime Sidonia no Kishi, en el que hay un tercer género en el que sus miembros pueden decantarse por uno de los géneros habituales dependiendo de a quién elijan como pareja.

        • Sesga dice:

          Jajajajaja. Admito que lo de la mezcla de Torrente con un mosso d’esquadra me ha pillado totalmente desprevenido. Tengo un colega que se hizo algo parecido, o eso me han dicho. A veces hay que tomarse las partidas con humor, sin duda.

          En cuanto al tema del género, en Eclipse Phase realmente lo que llevas es una mente que luego puede ser «descargada» en un cuerpo, por lo cual el cambio no es tan raro. Le echaré un vistazo a ese anime a ver qué tal.

  2. Tzimize ™ (@tzimize) dice:

    Amén. Hay gente que en 20 años no cambia de pj. Lo peor es que ese pj de alguna forma es su proyección idealizada de si mismos, parece. Pueden morir, cambiar de juego, etc, pero al final, es siempre lo mismo, su misma proyección de ego y molonidad, me atrevo a decir, «vista desde arriba» como si de un baldurs se tratase. Ni tan siquiera desde dentro de sus ojos. Mucho sida.

    • Sesga dice:

      Creo que viene siendo un problema muy común. Y oye, por mí perfecto si alguien quiere llevar al mismo personaje una y otra vez pero las cosas como son: el llevar esos superegos cansa muchísimo, especialmente a los otros jugadores, y es una lástima que haya gente que no se arriesgue a probar otra cosa, incluso aunque sean alteraciones de ese mismo personaje (me refiero a alteraciones importantes, no a cambiar el color de ojos o historias de por el estilo).

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