La distopía a día de hoy
Explotación laboral, violencia de género, guerra, hambre, grandes empresas devoradoras de trabajadores tercermundistas, etc. Existe un sin fin de problemas en el mundo en el que vivimos hoy día. Incluso en los llamados países del primer mundo, el ciudadano promedio sufre en muchas ocasiones el recorte de sus derechos, una esclavitud continua hacia su puesto de trabajo para poder progresar y evitar en la medida de lo posible condiciones de vida miserables, un bombardeo constante de publicidad o la presión social de sus iguales para eliminar cualquier comportamiento que se salga de lo establecido como «normal».
Después de esta perorata tan oscura, quería señalar la prácticamente nula representación de las distopías en un marco actual. Centrándonos en los juegos de rol, muy pocos de aquellos que presentan distopías como marco para desarrollar el mundo del juego. Y cuidado, hablo de distopías que van un poco más allá que lo expuesto en el antiguo Mundo de Tinieblas. También es cierto que muchas veces se confunden las distopías con entornos repletos de elementos fantásticos más o menos oscuros, los cuales abundan.
En literatura, los tres exponentes más conocidos que hablan sobre distopías son Un Mundo Feliz, el cual se desarrolla en un mundo donde el condicionamiento a toda escala social, los procesos de clonación, drogas de control establecidas por el gobierno y la felicidad como condicionamiento sirven para controlar al mundo. La segunda de estas distopías se da en Farenheit 451, mundo en el cual las telenovelas de televisión están integradas en el día a día de tal modo que sus personajes son considerados como parte de la familia, los libros están prohibidos y los bomberos integran un cuerpo que ya no apaga incendios, sino que los provoca en piras de libros. En este segundo libro, la gente a menudo está deprimida y toma fármacos contra la depresión. La tercera obra sería la archiconocida 1984, que se desarrolla en una distopía tiránica donde la falta de libertad y otros valores son alterados a través de un lenguaje cada vez más simple que sirve para manipular a los estratos medios y altos de la sociedad.
Aunque existen muchas más obras que tratan el tema en mayor o menor profundidad, hay nexos comunes que se repiten en una gran mayoría de ellas. Para empezar, la dominación de un grupo socialmente superior al pueblo común que impone de una forma u otra la distopía sobre el resto de la población. La publicidad, condicionamiento y propaganda, que hace que una buena parte de la población más activa se muestre conformista o, cuanto menos, que se revelen en menor medida hacia el régimen impuesto. Todas estas distopías encierran un fuerte sentido político y una gran crítica hacia los sistemas modernos de gobierno, aunque no tengan por qué estar sujetas al gobierno propiamente dicho, sino a otros entes como podría ser las corporaciones, por ejemplo.
En el rol, es cierto que estos componentes existen, y siempre es mucho más simple o da más espacio a la libertad del autor situar estas distopías en un tiempo futuro, lo cual además sirve como advertencia de lo que podría ocurrir de continuar con ciertos comportamientos o sistemas a los que nos sometemos. Desde que se escribieron estas novelas hasta el día de hoy vemos que algunas de las pautas presentes en las tres ya se han dejado ver en la sociedad de hoy en día. Es cierto, no vivimos en una distopía, pero eso no quita que existan herramientas de «concienciación» que sean espeluznantemente parecidas a las de hoy en día. Así pues, ¿por qué no vemos ejemplos representativos de distopías en los juegos de rol enmarcados en el presente?
Quizás una de las series que hacen una referencia a ese tipo de distopías gobernadas por grandes corporaciones enmarcadas en el presente sea la serie de televisión estadounidense Mr. Robot. Podrá gustar más o menos, pero es una serie que recomendaría para ver el asunto con más cercanía, puesto que toma elementos como entidades similares a Anonimous, grandes conglomerados corporativos que se van haciendo con el control de la humanidad y cómo el mundo se ve a sí mismo como libre sólo por usar una serie de redes sociales e internet, aunque estas sean realmente herramientas de control y registros de información de cada persona que los usa.
Deseo fervientemente que dentro de unos años tengamos juegos de rol ambientados de esta manera, en distopías actuales o no demasiado distantes, mezclando el día a día de las herramientas y situaciones convencionales con gobiernos autoritarios o muy poderosos que subyuguen a los ciudadanos. Y explorar esos mundos, para así poder tomar conciencia de otros aspectos de la vida en los cuales no solemos pensar demasiado, pero cuya verdad se esconde a simple vista oculta bajo nuestra más absoluta ceguera selectiva.
Un saludo y un abrazo.
Las imágenes son Jail Time y Denied, ambas por Petri Damstén, con licencia CC BY-NC-SA
Estamos de acuerdo, son necesarios más juegos de rol ambientados en mundos distópicos. Darían muchísimo juego, y más con lo que estamos viviendo últimamente…