La nueva ambientación para mis próximas partida
Bienvenidos a todos de nuevo esta mi humilde morada. Hablé hace unos días sobre la nueva serie de partidas que andaba preparando y cuál era su objetivo. La entrada se llama Una partida de espada y brujería y la podéis leer aquí. Para hacer un rápido resumen, os recuerdo que, como dentro de poco dos de mis jugadores de mi grupo principal de rol van a estar ocupados siendo papá y mamá, se imponía no cortar el grifo al rol para todo el mundo y ya de paso solventábamos uno de los grandes problemas que hemos tenido siempre, que es no poder avanzar partidas por la escasa disponibilidad de los jugadores para quedar en cada partida. Ante esto surgió la idea de sacar un juego a más pequeña escala y que fuera lo suficientemente dinámico como para permitir hacer partidas con una variación desde un solo jugador hasta los que hicieran falta a través de cambiar de personajes y no meternos en un principio en campañas largas, o hacerlo pero manteniendo también un formato que permitiese dejar aparcada la campaña mientras otros personajes vivían sus propias aventuras separados de la trama principal.
Llegado a ese punto, hubo una idea que me fascinó desde el principio y que se le ocurrió a uno de los jugadores, y es adaptar el contenido que ya teníamos para Quest for Heaven Project (del cual os hablé en los inicios de Distrito Digital hace ya la friolera de cinco añitos) y empezar a desarrollarlo todo otra vez pero desde un punto de vista más limitado, quizás terminando por definir el resto del mundo poco a poco y según las partidas continuaran.
Se me presentan entonces algunos problemas a partir de ese momento. Quest for Heaven es, básicamente, una ambientación sin acabar (y a duras penas empezada) que sólo tiene definidas algunos conceptos importantes, también el tono, parte de la historia y trasfondo y una pequeña cantidad de organizaciones importantes y países o reinos. Por la parta del sistema, seguíamos buscando uno que pudiera soportar el tipo de juego, y con la ayuda de unos amigos (uno de ellos el mismo jugador que propuso usar esta ambientación para el juego), estábamos explorando un sistema distinto, que no fuera muy intrusivo ni demasiado complejo.
Así pues, el primer problema fue en cuanto al sistema. ¿Seguiríamos con el sistema que estábamos desarrollando con todo lo que ello conlleva o buscábamos uno ya publicado? La decisión en este caso era de cajón: yo no tengo el tiempo, la cabecita ni las ganas como para currarme un sistema de juego, testearlo y llevarlo a la mesa de juego con unos resultados aceptables a estas alturas. Deshecho entonces el sistema en el que estuvimos trabajando y elijo entonces Fate como sustituto. ¿Por qué Fate? Ya lo he comentado otras veces: Fate es un sistema sencillo, dinámico y que permite adaptar una gran cantidad de ambientaciones sin mucho esfuerzo. Por supuesto, llevar a la mesa Fate también tendría sus propios problemas, pero eso es algo en lo cual ya estoy trabajando.
Sigo con el trabajo y me encuentro con que, claro, al haber definido en la ambientación ciertos elementos generales y tal, tampoco es que hubiera mucho en concreto sobre países, sus gentes y demás. Esto ya es más delicado, pero no un verdadero bloqueo, puesto que se puede solucionar. Al no estar todo perfectamente definido, nos da más margen para trabajar en aspectos más pequeños del juego, así pudiendo centrar las partidas en un solo reino o una serie de pueblos o ciudades que podrían definirse con la ayuda de los jugadores. Para los que conozcáis el sistema Fate, existen incluso una buena variedad de reglas para describir las partidas y lugares como una serie de aspectos que podrán irse trabajando con el tiempo y abundando en los detalles. ¿Es mucho trabajo? No creo, la verdad, y la creatividad que aportarán los propios jugadores me servirá para insuflar más vida a un proyecto que ya creía muerto desde hace tiempo.
Así y todo, en camino de hacer los primeros preparativos estamos, y eso es en lo que estoy gastando mis pocos ratos libres últimamente. Aún no he conseguido terminar de repasarme Fate Básico y me gustaría también echarle un ojo al Toolkit antes de empezar nada, así que ya veremos. Dentro de poco, más información, imagino.
Las dos cosas que me hacen más ilusión es poder llevar a cabo una serie de partidas sin necesidad de estar pendientes de todos los jugadores y, por otro lado, resucitar el proyecto Quest for Heaven. Ya os iré comentando. Por el momento, eso es todo.
Un saludo y un abrazo.
Tertulia friki