Que fácilmente nos ofendemos a veces

May Offend por Sergio Bertolini CC-BY-NC-SA

May Offend por Sergio Bertolini CC-BY-NC-SA

El tema del que vengo a hablar hoy no es ni mucho menos un secreto. La globalización que nos trae internet nos permite que lo que antes fuera una conversación de bar entre nuestros colegas pueda convertirse en algo de dominio público en todo nuestro grupo social. A veces incluso mucho más allá, y da la casualidad que muchas veces estas conversaciones se masifican porque resultan ofensivas para alguien. Voy a hablar de esto, que también se da entre el mundillo del ocio en general (videojuego, rol, juegos de mesa, etc) y a ver si podemos pensar un poco sobre ello para que no nos ofendamos tan a la ligera muchas veces.

Es inevitable que algo que se diga o haga en internet resulte ofensivo para alguien. Ya puede ser un chiste o un comentario. Hay veces que incluso choca que opiniones o bromas inicialmente inocuas puedan levantar tantas pasiones. Esto es algo que los que llevamos mucho tiempo en internet tengamos constantemente en cuenta, más aún si creamos contenidos en el mismo medio. Cualquier frase sacada fuera de contexto o incluso con contexto puede resultar perjudicial para alguien. Al llegar más fácilmente a todos los afectados, no es raro que algo no nos haga gracia alguna. Yo mismo tengo que autocensurarme muchas veces antes de escribir aquí o en Twitter, Facebook o YouTube intentando que todo sea lo más políticamente correcto posible. Aún así, a veces no lo consigo y me llevo alguna crítica pero bueno, considero como ya he dicho antes que es imposible que no se ofenda a alguien con cualquier cosa que a nosotros nos parezca más o menos normal.

Yo soy un firme defensor de que esa autocensura no debería existir, y me explico. Partiendo de la base de que todo es susceptible de ser tomado por el mal camino, y muchas veces el medio no es el adecuado para expresarse como lo podríamos hacer en persona, no podemos saber cómo podría sentar lo que vayamos a decir en un momento dado. Algunas veces, esto llega por pequeñas ofensas que pasan por un altavoz mediático el cual puede hacer que el comentario más tonto nos haga pasar un momento verdaderamente jodido. Mi opinión es que se hable pensando en lo que se dice, sí, pero que evitemos autocensurarnos siempre que sea posible. Creo que con los filtros que tenemos de nuestro sentido común nos debería bastar para distinguir si esa frase puede ser malinterpretada por alguien o si realmente estamos en nuestro derecho de realizarla, independientemente de las consecuencias que nos vaya a acarrear.

Creo que ya he dicho alguna vez que cada cual es dueño de sus propias palabras, y que estas traen consecuencias pero no considero que esta forma de ver las cosas sea una amenaza. Hablar de forma irresponsable por supuesto que nos traería consecuencias, y es lógico por otro lado. Al fin y al cabo, si tú tienes derecho a hacer cierta afirmación, otros tienen derecho a llevarte la contraria o poner en tela de juicio aquello que has dicho anteriormente. El problema es que el debate no se quede ahí, y que atraiga a una multitud de enfurecidos seguidores de alguna persona influyente en el medio. Lo vemos a todas horas: alguien ha dicho una tontería o se ha equivocado y se le ha escapado una frase olvidándose de una sola palabra… lo que viene a continuación es una lluvia increíble de insultos y acusaciones. He llegado a leer algunas muy graves o incluso delictivas por una tontería a la cual no se le debería conceder mayor importancia.

En cuanto al mundillo del rol y el ocio en general, este no está exento de estas interpretaciones. Quizás, al no ser el ocio más masificado precisamente, no semos tan extremadamente reaccionarios a cualquier frase o tontería que leamos por allí, pero es simplemente una cuestión de número, no de que dispongamos de un sentido común superior o de que seamos más tolerantes que la media. Igual que en cualquier otro medio, tenemos gente tan reaccionaria como en cualquier otro tipo de ocio, y sin embargo nuestro pequeño número evita que esas «ofensas» reales o imaginarias se expandan como la pólvora como sí podría pasar en el futbol o la televisión, donde esto es el pan de cada día.

We Are Rockstars - Does It Offend You, Yeah? por Corrado Francolini CC-BY-NC-SA

We Are Rockstars – Does It Offend You, Yeah? por Corrado Francolini CC-BY-NC-SA

Aún así, no pasa una semana sin que vea desde la cuenta de Distrito Digital de Twitter algunas de esas frases sacadas de contexto u otras ofensas que revolucionan a la gente. Esto es incluso más visible en cuanto a los videojuegos, seguido por los juegos de mesa, quizás porque sean las dos tipos de cuentas que más suelo seguir después de las de rol. Sin embargo, el rol es minoritario comparado con estas dos, y aún así también ocurre, aunque no sea tan de seguido.

He hablado ya del tema del sentido común del que comunica y de la autocensura. Hablemos ahora de aquellos que se ofenden. Tendríamos que tener todos en cuenta que, generalmente, los que emiten esas opiniones ofensivas son tan humanos como nosotros mismos, y son susceptibles de cometer errores. Para asegurarnos de que nosotros mismos no cometemos ese error, lo mejor sería contextualizar eso que nos parece tan sumamente ofensivo y, a ser posible, hablar con la persona que ha emitido semejante opinión. Quiero recordar que el contexto es sumamente importante una vez más. Cualquiera de nosotros podemos tener en nuestras cuentas o blogs comentarios extremadamente negativos si los aislamos del contexto, así que seamos cuidadosos a la hora de juzgar a los demás. Evitemos también dejarnos llevar por la inercia de la masa. Uno retuitea lo que le interesa o parece ofensivo de otra persona y resulta que otros tantos lo siguen. Nadie se ha informado debidamente, pero la ofensa coge cuerpo y suma inercia. Al final, el comentario: «habría que acabar con todos» resulta que era parte de la frase: «Para terminar la rebelión habría que acabar con todos los prejuicios», pero nos ha dado igual porque alguien ha cogido sólo la parte que le interesaba de la frase (vaya usted a saber con qué intención) y también tenemos nosotros la culpa al habernos unidos a la acusación sin indagar un poco más.

Lo que vendría a aconsejar, al fin y al cabo, es que intentemos llegar a entender a todos antes de ponernos a soltar mierda entre nosotros. Cualquier cosa puede estar sujeta a malinterpretación, y encima tenemos la mala costumbre de tener la piel muy fina con según qué cosas. Intentemos usar más amenudo el sentido común y no dejarnos arrastrar por los ríos de lodo.

Saludos y abrazos.

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