Tres chispas de inspiración.

La inspiración puede llegar en el momento en el que menos lo esperas, incluso cuando estás atento a lo que te rodea para que surja esa chispa de la que hablé en una entrada anterior (¡Quiero organizar mi primera campaña de rol! 1ª parte: ¡Tengo una idea!). En estas semanas me han surgido tres de estas inspiraciones que quería compartir contigo, a ver si a ti también te sirven de algo.

Empiezo entonces por la primera: un mundo acotado. ¿A qué me refiero? Bien, seguramente que ya hayas visto la película de Jim Carrie El show de Truman o la película Dark City (película de Alex Proyas que te recomiendo encarecidamente si no la conoces). Básicamente, se basa en el concepto de un entorno aislado del exterior; podría tratarse de un pueblo, una ciudad, un país, un colegio… El marco en el cual se desarrolla la ambientación.

Me parece una buena idea. No requiere explicar tanto lo que ocurre en el mundo exterior (aunque se puede tener una idea, es posible que ni tan siquiera sea necesaria), sino que puedes trabajar con mimo y al detalle una región muy limitada de terreno. Si bien es cierto que esto restaría cierta libertad a una campaña, es una verdad a medias: no por ser un mundo gigantesco, ha de carecer de libertad y riqueza el escenario. Hay muchísimas partidas en las que no se sale siquiera de una ciudad y siguen siendo muy interesantes.

Pero, ¿qué pasaría si no se tratara sólo de una limitación del terreno ambigua y sin explicación y la partida girara en torno a por qué existe una barrera física o que ni tan siquiera los personajes fueran conscientes de ello hasta bien entrada la historia? Desde luego, es un tema interesante a tratar, aunque no somos los pioneros en ellos. Aparte de las películas anteriormente nombradas, existen series (La cúpula de Stephen King, basada en la novela del mismo nombre), e incluso juegos de rol como Anima Beyond Fantasy. La serie Higurashi no naku koro ni me hizo plantearme por primera vez algo similar, y no ha sido hasta ahora que me he decidido a incluirlo en mi escenario de campaña. Os dejo con un vídeo del opening.

La segunda inspiración viene de parte de las mitologías politeístas. No es precisamente porque esas antiguas religiones tengan varios dioses en su panteón y voy a centrarme en una en particular: la mitología griega. ¿Por qué la griega? Para responder a esta pregunta, he de comentarte que los dioses griegos, a pesar de ser adorados como encarnaciones de conceptos tan ambiguos y por entonces sin explicación, son de los dioses más humanos que se pueden estudiar. Con humanos me refiero a que poseen sus propias pasiones, se enamoran, sufren, luchan, cometen adulterio, matan a sus hijos, etc. Podríamos decir que son dioses más similares a los humanos porque no son encarnaciones perfectas de sus conceptos, sino criaturas mucho más pasionales con vivencias que nos recuerdan a las que podríamos tener cualquiera de nosotros (salvando distancias). Zeus, por ejemplo, el dios que liberó a sus hermanos de la tiranía de su padre, el titán Cronos, es la cabeza del panteón de dioses griegos y simboliza la fuerza, el rayo, etc. Aparte de esto, es una criatura muy dada a las aventuras amorosas (como su huida con Europa y sus cientos de hijos fruto de sus tantas otras relaciones). También es un padre vengativo a veces y, aún así, uno de los dioses más amado y temido.

Lo cual me lleva al siguiente hilo: ¿y si un humano consiguiera poder suficiente como para convertirse no en un dios de hecho, sino en alguien con los poderes de un dios? Vale que no acabo de inventar la rueda, esto también ha sido tratado en numerosas ocasiones. ¿Y si no fuera sólo él, sino todos los dioses, humanos que han abrazado la divinidad? Imagina si existieran varios humanos con sus virtudes y defectos con semejante poder. Imagínatelo, ¿cuánto tiempo nos quedaría antes de que se desatara el infierno? Por supuesto, esto es sólo una suposición tirando a oscura, pero que puede dar muchas ideas valiosas para una partida. No hablo de dioses con intenciones incognoscibles, sino de humanos que pueden ser más sabios o no, pero seguramente no mucho más justos. Me basaré en cierto modo en aquel dicho: «El poder corrompe. El poder absoluto corrompe absolutamente». ¿Y si tuvieras a otros rivales con el mismo poder que tú? Interesante…

Paso por último a la tercera inspiración. ¿Has leído a Calderón de la Barca alguna vez? Por si acaso, me permito el recordarte los últimos versos de cierto poema:

¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

¿Y si fuera cierto? No hablo metafóricamente, sino de que en el mundo de la ambientación, todo fuera en origen un sueño de alguna criatura o ente inconmensurablemente poderoso. El mito de la creación que se basa en el sueño de una criatura semejante tampoco es un concepto nuevo, hay ciertos mitos como el Nïkaï de los Uitoto que tratan ya esta forma de creación. No sólo esto, sino que otras series, como por ejemplo las novelas ligeras/manga/anime Slayers, ya tiene un mito de creación que toma literalmente este concepto.

No importa hasta qué punto sea el sueño del demiurgo una realidad en el juego o sólo un mito, sólo plantéatelo en tanto las creencias religiosas de tus personajes o de una religión se dan cuenta de que es plausible. Es posible que todo el mundo lo tome por cierto. ¿No sería verdaderamente esquisito poder trabajar con la creencia de que el mundo fue creado no ya a sabiendas, sino por una suerte de inconsciencia del propio demiurgo? Aún se le puede sacar más partido, ¿y si la mayor organización religiosa del mundo supiera como cierta esta génesis y la mantuviera en secreto? Puedo ir todavía más allá: ¿y si estamos hablando de una pesadilla y no un simple sueño? El demiurgo desearía despertar y habría quizás otros poderes o sectas detrás de lograr que lo hiciera pero, ¿qué pasaría entonces con toda la creación? ¿Estarían los personajes en contra o dispuestos a ayudar a que el demiurgo despierte? ¿Cómo afectaría semejante revelación en sus creencias personales?

Al fin y al cabo, lo que importa muchas veces en una partida o escenario de campaña cuando a historia nos referimos, son estas ideas o detalles (depende del tratamiento que le quieras dar), pues pueden marcar la diferencia para enriquecer al mismo juego. Estos son sólo tres ejemplos pero hay infinidad de ideas allí afuera deseando ser exploradas. ¿Qué me dices? ¿Se te ocurre alguna idea genial que querrías presentar en tu campaña?

Hasta aquí la entrada de hoy. Espero haber estimulado aunque sea un poco tu imaginación y que le consigas sacar partido a esas ideas descabelladas que a todos nos pasan por la cabeza y tan pocas veces se materializan en la mesa de juego.

Un abrazo.

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