Zombies Ate My Neighbors
¡Vamos con una tapita de juegos viejunos! Y es que Zombies ate my neighbors ha sido un juego al que siempre he guardado un cariño especial. Recuerdo que cuando lo probé por primera vez no me gustó especialmente su carátula ni tenía una pinta especialmente buena. En aquellos tiempos, solía quedarme a dormir en casa de mi primo y, justo antes de cenar, nos acercamos al videoclub para alquilar algún juego para la Mega Drive. Mi primo entonces se empeñó en coger el juego, aunque yo tenía mis reticencias.
Sin embargo, cuando llegamos a su casa y empezamos a jugar, poco antes de ir a cenar, me pareció maravilloso. Un juego cooperativo en el que dos personajes, Zeke y Julie, han de rescatar a sus vecinos antes de que los monstruos aparezcan y se los coman. La gracia del juego era eso, no siendo un juego de disparos al uso, sino algo más, y dando prioridad a rescatar a los vecinos. Si los monstruos conseguían eliminar a uno de ellos, en el siguiente nivel tendríamos un vecino menos al que rescatar, y estaríamos un poco más cerca de la temida pantalla de Game Over.
Otro de los puntos majos que nos gustaba del juego, es que había una variedad enorme de escenarios y monstruos. Lo mismo podrías estar explorando una pirámide y huyendo de las momias, que masacrando infinitas oleadas de zombies para alejarlos de sus presas en el vecindario. A pesar de todo, cada cierta cantidad de pantallas hacía acto de aparición una especie de jefe, que luego resultaría ser un bicho más y nos lo encontraríamos en repetidas ocasiones.
Pero afortunadamente, no estamos solos, y contamos con un nutrido arsenal de armas y objetos que nos ayudaría a superar cada nuevo obstáculo. Algunas armas eran letales contra algunos monstruos específicos mientras que otras eran de uso más general o no afectaban a algunos en particular. Contábamos desde pistolas de agua bendita hasta tremendos bazukas pasando por polos de helado, tomates, latas de refresco explosivas, y más aún. Me recuerda, de alguna manera, a la película «Una Pandilla Alucinante«.
De esto ya me enteré más tarde, pero cada nivel es un homenaje a las películas de monstruos de antaño. Además, mientras que otros juegos se quedaban cortos con el tema de los niveles y eran bastante cortos, ese no era un problema, pues con 55 niveles teníamos juego de sobra. Mención especial al nivel dedicado al Day of Tentacle, de Maniac Mansion.
Por supuesto, recomiendo a todos que lo juguéis. Al menos, a todos los que les guste los juegos retro, y más aún si tenéis algún amigo con el que compartir los momentos de vicio. Es un juego complicadillo, pero muy divertido de jugar.
Un saludo y hasta pronto.
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[…] ¿Os acordáis que hace unos días os hablé de un juego de monstruos para dos jugadores que trataba de películas antiguas de terror pero visto de una forma divertida? Por si no lo habíais leído, aquí está la reseña de Zombies Ate My Neighbors. […]